¿CÓMO TE RELACIONES CON LAS REDES SOCIALES?
No se puede negar que existe un debate social en torno al beneficio o perjuicio que genera en
nosotros el uso de las redes sociales.
Es indudable que nos ayudan a conectar con los demás. Son un nuevo medio que puede
facilitar la vinculación entre unos y otros, mantener un contacto habitual y constante con
aquellos seres queridos que están lejos, nos proporciona un acceso rápido a noticias,
tendencias, intereses… Pero como todo lo nuevo hay que aprender a usarlo, y para ello hay
que entender cómo deber ser el uso adecuado y reconocer cuándo no nos está haciendo bien
la forma en que lo usamos.
Las redes sociales son una fuente inagotable de estímulos, y todos y cada uno de estos
estímulos nos generan emociones. Estar pendiente constantemente de todo lo que suben los
amigos, conocidos y personajes que seguimos puede afectar a nuestra autoestima,
autoconcepto, generar ansiedad, tristeza y en casos más extremos adicción.
¿Quién no ha pensado alguna vez que su vida era triste pobre o miserable después de 30
minutos viendo las fiestas tan divertidas que han disfrutado algunos, los platos tan bonitos y
ricos (que dicen) que comen, lo guapos que son, los sitios tan exóticos y diferentes a los que
viajan los demás...? Y así hasta el infinito.
Párate a pensar que lo que ves no es la vida de todas esas personas, son SÓLO INSTANTES DE
SUS VIDAS, generalmente los instantes MÁS bonitos de sus vidas. En realidad la vida suele
tener grandes, malos, regulares y anodinos momentos. Se debe tener en cuenta que es una
distorsión de la realidad llegar a creer que la vida es una consecución continua y permanente
de experiencias satisfactorias. Tener este tipo de creencia acerca de cómo debe ser la vida nos
genera una gran frustración, inseguridad, envidia, decepción… Y se sufre mucho cuando se
siente todo esto. En ocasiones puede llevar a fingir tener una gran vida a través de las
imágenes que nos empeñamos en subir a las redes sociales (“que rollo de fiesta” pero subo a
Insta una foto con mi mejor sonrisa #thebestparty), que a su vez nos lleva a estar
comparando lo que suben y dicen que hacen los otros con sus vidas, y que hace que aumente
la intensidad de esas emociones que nos hacen sufrir. Así se puede entrar en un bucle
peligroso para el bienestar emocional y psicológico. Hay personas que llegan a reducir su
tiempo de descanso y trabajo o estudio por estar pendiente de todo esto.
Las redes sociales pueden ser un buen recurso para aquellas personas a las que les cuesta
interaccionar con otros por diferentes razones. Al comienzo pueden ser un “buen escudo
protector” ante la timidez, la vergüenza o el miedo al rechazo pero puede llegar a convertirse
en una barrera para las interacciones personales en la vida real. Perjudicando a la larga aún
más los problemas en las relaciones con los demás.
No hay que olvidar a aquellos que pueden hacer un uso agresivo y violento de las mismas
escondiéndose en el anonimato que las redes pueden proporcionar. ¿Qué le está ocurriendo a
una persona cuando necesita expresar esa violencia?
Estas son algunas de las situaciones que pueden ilustrar cómo el uso de las redes nos pueden
perjudicar o ser una extensión de nuestros problemas.
Aquí te dejo pequeños consejos para hacer un mejor uso y cuidar tu salud mental:
Limita el tiempo de uso.
Pregúntate QUÉ TE HACE SENTIR cada vez que haces uso de ello.
Pregúntate PARA QUÉ LO HACES.
Revisa de vez en cuando y elimina contactos de personas no conocidas por ti o que ya
no sigues.
Ten periodos de desintoxicación. Puedes desinstalarlas en periodos de vacaciones,
exámenes o de mayor estrés laboral. Y aprovecha para darte cuenta de cómo te
sientes sin ellas.
¿Y a ti? ¿Cómo te afectan? ¿Te ayudan o te perjudican?
Olga Sanz